A medida que envejecemos, la producción natural de ácido hialurónico disminuye. Con el paso del tiempo, la piel pierde hidratación, elasticidad, firmeza y su capa más externa se adelgaza.
La aplicación tópica de ácido hialurónico puede ayudar a prevenirlo, devolver esa hidratación a la piel, aumentar su capacidad de regeneración y ayudar a rejuvenecerla.
El ácido hialurónico es un relleno dérmico, biocompatible y reabsorbible. Esta molécula está presente en nuestro organismo de manera natural y se va perdiendo con el paso del tiempo ocasionado deshidratación y envejecimiento de la piel. Su aplicación médica permite prevenir y reposicionar áreas con pérdida de volumen, mejorar proporciones faciales y atenuar arrugar con resultados visibles desde el momento de su aplicación.
Zonas habituales para su aplicación:
La duración es de 9 a 18 meses dependiendo del área tratada. El volumen requerido va a depender de la necesidad de cada paciente.